No duele ver como he perdido, la tersura de mi piel
con los años esas marcas esas arrugas son batallas´
de la guerra de la vida que vencí,me mire en retratos
viejos y no lo puedo creer como nos cambia la vida
nuestros cuerpos, el alma es la misma y los sueños
dorados aun están.
Era tan frágil y en tus brazos me sentía una paloma
y tu me asías suave como si fuera una flor de la pradera
que recuerdos de nuestros primeros encuentros,
eras bello enamorado, varonil encantador y tu cabello
rebelde.
Hoy te miro con ternura,la vida nos ha cambiado
estamos más calmados,más serenos...
Hoy yo puedo quedarme dormida en tu pecho y tú
dormitar en el mio, tan tranquilos.
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