miércoles, 17 de mayo de 2017

Vale la pena

Que nuestra historia sea diferente que no sea como las de siempre, a las que las “novelas” nos han acostumbrado por largos años, esas que siempre poseen un “final feliz”…

Vale la pena, que seamos ambos tan diferentes, porque ahora en medio de esta soledad me pregunto y me doy respuestas…

Imagino la cantidad de personas que a diario leen estos espacios, que simplemente andan solos y no poseen un “amor”, que en medio de la melancolía buscan un escrito para reflexionar su situación… ¿Y qué encuentran?... Puros escritos para el amor…

No todo para esos seres pueden ser historias felices, como las que a veces he soñado “yo”…

Vale la pena que esas personas en un momento se identifiquen y digan así mismo me “enamoré y erré yo”…

Como esos dos seres que se escriben, que entre días y días sacan sus mejores “poemas y poesías” unas veces para la “vida” y otras tantas para el “amor”…Y en este día hubo algo también de desamor…

Vale la pena, que cuando las personas nos recuerden hagan de si, su mejor conclusión… Quizás también afloren sus lágrimas y las sequen en un balcón…

Vale la pena, que en ese balcón piensen y se reencuentren, que permitan que la “brisa nocturna” les roce y les recuerde a su “ex amor”.

Y en esos momentos recodarnos a nosotros mismos, que no todo lo que a diario vivimos es “tan triste”, debemos recordar que hay mucho “valor” también en la vida…

Y en mi vida y en lo que soy… Vale la pena, equivocarnos como hoy me equivoqué de nuevo “yo”… Vale la pena que personas especiales como tú existan, que nos devuelvan a la vida a esta que pertenezco “yo”…

A esa vida donde un día me encontraste hecha una niña…

Allí te distes a la tarea de enseñarme lo que era escribir… Me obsequiaste tu mejor “pluma” y me distes “mil hojas en blanco”… Directo me lanzaste a escribir… Escritos que no solo son del “corazón”, que también salen de mi “alma”… Desde esta esquina donde me conociste una vez escribo también hoy, para los “nostálgicos”, para los “tristes” es este escrito, por que no todos los amores pueden ser “finales felices”…

Ayer amigos


Lo conocí muy cerca de mí, todo el tiempo estuvo allí. Solo que mis ojos no querían verlo
ni mi corazón quería reconocer, lo que por él siento.

Fue muy difícil aceptarlo, mas aun sabiendo que desde niños él y yo éramos amigos.

Que jugábamos juntos, que nos juramos amistad eterna, que fui su confidente y él a la vez el mío.

No pensamos nunca que hoy después de mas de 16 años, a pesar de que esos dos niños, que algún día fueron al colegio juntos, que se ayudaron en las tareas, que fueron inseparables...

Hoy después de 16 años aun estarían juntos. Con la diferencia que ya no son amigos, hoy son pareja, y dan la vida el uno por el otro.

Hoy entregan no solo su alma y su cuerpo... si no también su corazón... sus sentimientos… hoy son felices, más felices que antes, pues aunque dicen del amor “es un sentimiento simple y misterioso” sus vidas son todas amor y ternura, son el uno para el otro.

Hoy soy su mujer y él es mi dueño, quien me hace sentir viva, a quien me hace sentir completa.

Expresa lo que hoy siento. Lo que quiero gritar, pero hay otras cosas y circunstancias que me impiden hacerlo.

Entre la alegría y la melancolía

Entre la alegría y la melancolía
Recuerdo de un amor ausente

Siento la brisa de una lluvia que acaba de terminar, en aquella noche donde las nubes no dejaron brillar a las estrellas, donde la luna decidió no salir.

Y con ese viento frío comienzo a recordar, aquel pasado tan trágico y romántico a la vez, en el que miles de poemas hicieron su aparición, y en el que tantas canciones iban acorde con la ocasión.

Entonces para poder olvidar, decido cerrar mis ojos y descansar del presente que es tan diferente a como lo había imaginado; inspirada y aun enamorada empiezo a descifrar aquel amor que se había ido hace no mucho tiempo y en el que él y yo, juntos, éramos mucho mas que dos…

Tantas historias que resucitar, desde el primer beso hasta el final, desde la primera plática hasta el rompimiento formal; todo esta en mí, como si fuera un libro que tengo que leer todas las noches para poder soñar con un nuevo presente, un futuro reluciente, con un cuento de hadas.

Y cuando logro dormir, en la mañana es más fácil sonreír, vuelvo a la vida donde día con día lucho por seguir así, entera y destruida, tan triste y tan alegre.

Así es siempre, vivir entre la alegría y la melancolía, la felicidad de que un amor existe y la tristeza de que sigue ausente.

Para mí, es como si él solo existiera en lo más profundo de mis sueños; pues desde que se fue, no dejó nada de si mismo, se llevó todo consigo, pero olvidó llevarme a mí.

Y con la promesa de un día regresar a mi lado, aún guardo su lugar en todo momento, un lugar junto a mi asiento, junto a mi cama, junto a mi vida, un lugar en mi corazón.

Jamás dejaré de esperarlo hasta que decida regresar…

Así fue como esta ligera brisa con olor a lluvia me hizo recordar una vez más aquel amor tan inmenso, tan triste y tan alegre… tan ausente.

Una lágrima más ha caído por ti.

Haz lo que sientes

Haz lo que sientes
El día en que te vi fue un día normal, como cualquier otro;
El segundo día nos miramos;
El tercer día nos dijimos “hola”;
Y los demás días nos saludábamos y platicábamos.
Eras un nuevo amigo, un compañero más de clases,
Y sin pensarlo empezamos un juego,
Tú me mandabas indirectas y yo las contestaba,
Sin llegar a pensar que me interesabas o que yo te interesaba,
En fin solo era un juego entre amigos, un juego inocente;
Yo pasaba por una mala situación amorosa, en la que
Creía que nadie podía sentir algo por mí, por eso solo
Seguía el juego que los dos teníamos sin dañarnos.
A pesar de que los demás dijeran que entre nosotros pasaba algo
Cuando no había nada.
Y así lo creía yo… hasta que un día me dijiste que te gustaba…
Que sentías algo por mí;
Y eso era algo que yo ya no podía creer o aceptar de alguien;
A pesar de que tenías novia, llegue a creer lo que me dijiste;
Tal vez por ingenua, inocente o por sentir un poco amor.
No te reproché nada sobre tu novia,
Aunque yo sabía que estaba mal lo que estaba haciendo,
Pero esta vez decidí hacer lo que en verdad deseaba y sentía,
Sin sentir remordimiento alguno y por primera vez me sentí feliz.
Y escuchar ese “Te quiero” fue lo más lindo y cruel que hasta hoy me han dicho.
Sentir tus caricias es lo más tierno que he sentido.
Sentir tus besos es lo mas dulce que he probado.
Y decir te quiero fue lo mejor que pude decirte y al mismo tiempo un gran error;
Ya que solo alimentó tu ego; pero es lo que sentía y lo tenía que decir.
Recuerdo que alguna vez me dijiste: “si encuentras a alguien mejor que yo, lo acepto, no te detengo”.
Ahora se, que el te quiero que me dijiste nunca significó nada, no fui nada para ti y nunca lo seré, no te preocupas en saber como estoy si es que yo no te llamo.

Fui muy ingenua, porque en realidad no ha existido nadie en mi vida como tú, mi mundo solo eran sueños de una niña con ilusiones y fantasías, pero tu recuerdo se ha encargado de enseñarme como es el mundo, la realidad de la vida, que no todo son dulces y caramelos.

Y por enseñarme esto último te doy las “GRACIAS” y aunque te siga recordando no te guardo ningún rencor ni odio, gracias al tiempo y a la distancia aprendí que nadie es indispensable, sin embargo me cuesta un poco confiar y creer en las personas, pero eso es algo que se recupera con el tiempo.

Aunque en esta oportunidad me fue mal, hoy les doy un consejo: “no importa decir lo que uno siente cuando se siente de verdad, solo hay que decirlo a la persona correcta y aunque no sea la indicada para nosotros sigue siendo la correcta, es decir, la que nosotros queremos”.

Sueño deseado

Un día de Octubre, cerca del 27, alejada un poco de la rutina diaria de una adolescente de catorce años, (estudios, familia y amigos) recordé que ya iba a cumplir quince primaveras como solemos decirle, tal vez por la ilusión.

Y estuve pensando qué quería de regalo para ese día tan anhelado.

Miré mi cuarto estaba bello, en el armario tenía ropa aun sin estrenar, lo mismo con los zapatos, y pues libros me sobraban, a decir verdad era lo último en lo que pensaba.

Me levanté y me miré en el espejo, luego volví a la cama.

Comencé a recordar los buenos momentos de mi niñez, indudablemente mis ojos se llenaron de lágrimas y la nostalgia invadió mi espacio, al cabo de llorar largo tiempo, pasó la nostalgia, sequé mis lágrimas y pasó el día.

Por la noche cuando me acosté en mi cama para ir a dormir, comencé a orar como suelo hacerlo desde niña y en mi charla con Dios, le comenté que quería que me regalara para el día de mi cumpleaños un sueño: si, quería soñar con mi papi, que tenía cinco años de haber fallecido, y yo quería volverlo a ver...

Llegó la mañana del 27 y aun despierta, inconscientemente no quería abrir mis ojos, y mucho menos levantarme pues no había soñado nada... cansada de esperar y harta de no soñar me levanté y viví ese día como otro día más en mi vida. Pero el deseo de verlo estaba en mi corazón y crecía cada vez más...

Pasó el tiempo y la vida continuó para mí. Una noche llegué de la universidad agotada, y casi vencida por el sueño, antes de dormir como siempre hablé rápido con Dios, le di gracias por el día, y me acosté a dormir: en la mañana me desperté llorando de alegría y dándole gracias a Dios por haberme concedido mi regalo de 15 años, después de dos años.

En efecto, soñé con mi papa como tanto anhelé: pero también comprendí de cuanto lo amaba, aunque crecí sin él, comprendí que la muerte solo la causa el olvido, y que en realidad los sueños, no nos alejan de nuestro profundo sentir.

Comprendí que la sabiduría de Dios es infinita y que todo tiene su tiempo; pues si hubiese soñado cuando tenía 15 años, no hubiese podido comprender lo que hasta entonces pude.

Y ese fue mi verdadero regalo.


La vida es un rompecabezas, y la pieza clave para armarla es Dios, su sabiduría es infinita, y sus potenciales ilimitados, el siempre oye la oración del justo. Pero la decisión es tuya. Lucha y reclama lo que anhelas, a fin de cuenta el sabio obtiene lo que su corazón anhela...

Llueve…

Llueve una vez más y ya nunca será igual, porque inevitablemente te recordaré con cada gota que moje mi pelo, la humedad me traerá el deseo por tus besos, necesitaré tu calor, refugiarme en tus brazos llenos de amor...

Llueven mis ojos, desbordan de una llovizna salada, brillan y cubren con su reflejo los dorados encuentros tan llenos de magia.

Llora el cielo conmigo, siento caer cada gota y no logro concentrarme en nada, mis pensamientos están llenos de vos, de tu olor, de tus pasos y tu desnudez, esa mirada que me envuelve y me transporta hacia mundos de intangible belleza, de suaves sabanas, de enredos de palabras, que sellan nuestro amor con gratificantes lenguas, que hablan un dialecto solo audible por nuestros corazones…

Llueve, vuelo a tus brazos, me filtro en tus ideas y te pierdo en la reyerta, entre el bien y el mal, el deseo y el deber, las ganas y no poder, obligaciones de un mundo que no siento sea el mío, ni el tuyo.

Intentaré bajarme, buscaré la paz, que solo creo encontrar en ese lugar, porque siento que me voy a morir si no estás…

Y no puedo, ni debo, ni quiero sufrir por tu amor, déjame que abra mis alas e intente volar, aunque será duro, quizás me golpee un poco, pero hasta que con el abismo no me choque, seguiré…

Llueve y te dejo mi amor en un lugar secreto de tu corazón, es solo tuyo y no habrá otra alma que ocupe tu lugar porque vos me hiciste volar muy alto.

Vos pusiste en mis manos tu amor, vos sos el culpable de tantas noches de insomnio, de tantas tardes anaranjadas de una laguna que ocultó el secreto, del viento cómplice que me dejó disfrutarte de otra manera, de esa gran mañana en la que nos fundimos y fuimos uno y desde entonces no desear pederte jamás…

Sigue lloviendo pero no estas, sigue mi alma en su largo transitar, sigo, aunque sé ya nunca más me amarás…

Primer amor y enfermizo

Siempre fui muy independiente, solo creía en mi misma y en lo que podía llegar a ser. Nunca necesité de nadie, pero un amor cambió completamente mi vida.

Alejandro era lo mejor que había llegado a mi vida.

Todos me decían que porqué andaba con él, que no tenía futuro, que era un delincuente y drogadicto. Pero yo no lo veía así. Lo veía como el chico más dulce que cualquiera pudiera tener.

Después todo fue cambiando. Me fui dando cuenta que él no era el chico del que me había enamorado, era un chico que no le importaba nada, que no tenía planes a futuro como yo y sin darme cuenta me fui alejando de los sueños e ilusiones que yo siempre había tenido por vivir su vida, porque él tenía muchos problemas y yo tenía que estar con él... al menos así parecía.

Mis amigos fueron desapareciendo, porque a él no le gustaba que me juntara con nadie y a mi no me importaba nada más que su aprobación.

Me salí de estudiar y él me escogería la escuela, mis papás nunca les importó lo que yo pasara, es por eso que encontré un apoyo en él, una seguridad, al menos así lo creía.

Hasta que mi familia ya no lo aceptó, porque era cierto lo que me decían.

Tiempo después lo metieron a la cárcel. Ya teníamos 3 años, me prohibieron que lo fuera a ver y aún así yo iba todos los días. Se me hacía como un pobre cachorro desprotegido, pero solo recordaba sus humillaciones, sus golpes, sus engaños y yo decía ¿Qué estoy haciendo? ¿Donde quedó la chica segura, fuerte que existía en mí? ¿Donde están mis planes y mis metas?

Hoy ni siquiera tengo sueños, mis ilusiones se han ido con un hombre que ni siquiera valora lo que le doy, “pero le tengo que dar más para que se de cuenta que debe de cambiar, si yo lo amo y por lo mismo todo va a cambiar...”

Todos los días era una lucha constante conmigo misma y él me prometió que iba a cambiar.

Para mí ya no existía mi familia, mis amigos, mi escuela, ni siquiera lo que más me gustaba: cantar.

Él salió, ese día fue uno de los más felices de mi vida, lo acepto, pero con el paso de los días ya no sabía que hacer, me estaba haciendo cada vez más fuerte, él no aceptaba eso y me decía que era fría con él, y eso sí estaba pasando pero no sabía porque.

Después él volvió a ser igual, me maltrataba, se volvió a drogar aunque nunca me lo aceptó, y ya lo peor fue que volvió a robar y a engañarme.

Estaba realmente dolida, pero por fin mi dignidad pudo más y lo dejé. Me dolió tanto, pero lo hice, no se si era más fuerte mi coraje de decepción nuevamente o la tristeza de ya no estar con él, pero me decidí a ya no verlo, me rogó tanto tiempo pero cada vez quería una aventura nueva, se le olvidaba que existía, me lloró, me suplicó, para mi era demasiado duro verlo llorar, pero me volví tan mezquina que me importaba más mi bienestar.

Lo peor fue empezar otra vez de cero, pero así fue.

Gracias a Dios recuperé a mi familia, algunos amigos y mi escuela, me sentía feliz, pero me volví una persona tan egoísta y no sabía porque me volví así con toda la gente.

Pasaron meses y yo sentía que me faltaba algo, quería un amor que me amara de verdad pero a todos los chicos les encontraba muchos defectos y cometí nuevamente el error de volver con él.

Pero había cambiado tanto que ya no quería dejar la escuela, los amigos y menos a mi familia, me comportaba muy cruel y no sabía porque lo hacía, me comportaba de la misma manera que él me trató, hasta que un día me di cuenta que podía ser la misma que antes porque mi comportamiento estaba cambiando y me dio miedo verme en el mismo lugar y lo terminé.

Me sentí tan tranquila, ansiaba la vida que ya había construido sin él, a la semana él andaba con otra chica igual que él drogadicta, sin sueños, sin ilusiones, pero no me afectó, yo ya tenía una vez más mi vida independiente.

Ahora yo sigo con mi vida, no voy a negarlo, sí necesito alguien que me ame de verdad, los he tenido, solo que no se como conducirme, tengo tanto miedo a entregar todo y que me fallen, y a la vez, lastimo a cada hombre que se me acerca, los trato con indiferencia y algunas veces con sarcasmo. No ha sido nada fácil levantarme, la gente cree que siempre estoy feliz porque así lo demuestro, pero dentro de mí todavía sigue la esperanza de volver amar...

En cuanto a él, sigue con esa chica, no anda muy bien por lo que me han dicho y hasta la fecha él dice que yo no lo amé, que yo fui la que acabé con el amor, que era muy fría con él.

Que diga lo que quiera, yo sé que di lo mejor de mí, es cruel recordarlo pero así es, es doloroso saber que diste tu vida por un hombre que no valoró y lo peor que fue tu primer amor.

Esto me ayudó a ser más fuerte y no dejarme de nadie.

Aún no he salido completamente de mis confusiones y mis miedos, pero sé que voy a salir y cuando salga completamente, y yo sola, todo será diferente.

Es por eso que no debes entregar todo sin ser correspondido, y primero quererte a ti mismo antes de intentar amar a una persona, y ser primero tú antes que cualquiera intente pisotear tu dignidad, aún sigo creyendo que el amor es bello, solo es cuestión de tiempo.

De la desilusión surge un aprendizaje

Todo esta como tú lo quieras ver, tú decides, tal vez hoy estas un poco triste o demasiado.

A mi me pasó igual, pero decidí recordar solo lo bello de esa desilusión, quizás solo eso te lleva a recordarlo, pero nadie va a decidir como te sientes, porque esa es tu decisión.

Después de lo que me pasó ¡desperté! todo fue distinto, ahora sí tenía un gran sentido todo mi alrededor.

Empecé por leer libros de superación personal, al principio era algo extraño porque nadie de mi edad hacia eso, pero lo seguí haciendo. Era algo para mi crecimiento como ser humano.

Desde entonces he aprendido, que todo esto llamado vida es un aprendizaje.

Si algo no salió como tu esperabas, aprende que no siempre será así, pero si todo lo que haces es bueno, tendrá su recompensa, no albergues rencor en tu ser.

Todos somos de alguna manera, porque eso es lo único que hemos aprendido, recuerda que siempre hay un momento para mejorar y tú decides.

Aprende de todo, esta desilusión que es parte de tu crecimiento, aprende de todo que de eso se trata.

Reflexiona un momento y pregúntate:
¿Que es único que te llevarás al otro mundo o el cielo?, como tú lo quieras llamar.

Tu respuesta no la se, pero se que con lo que hoy pasó, aprendiste algo.

Recuerda… ¡TU DECIDES!