jueves, 11 de agosto de 2016

*****M U J E R*****

No duele ver como he perdido, la tersura de mi piel

con los años esas marcas esas arrugas son batallas´
de la guerra de la vida que vencí,me mire en retratos
viejos y no lo puedo creer como nos cambia la vida
nuestros cuerpos, el alma es la misma y los sueños
dorados aun están.


Era tan frágil y en tus brazos me sentía una paloma
y tu me asías suave como si fuera una flor de la pradera
que recuerdos de nuestros primeros encuentros,
eras bello enamorado, varonil encantador y tu cabello
rebelde.

Hoy te miro con ternura,la vida nos ha cambiado
estamos más calmados,más serenos...
Hoy yo puedo quedarme dormida en tu pecho y tú
dormitar en el mio, tan tranquilos.

**Lo que no Decimos**

Me gusta mirarte cuando no te das cuenta, porque es el único momento en el que puedo expresar sin palabras ni acciones, lo que siento por ti. Hay tantas cosas que no decimos y tanto que no nos demostramos, que a veces dudo de si tendremos un futuro el uno al lado del otro. Solemos tener conversaciones largas, a veces discutimos, en ocasiones hacemos como si aún estuvieramos esperando a esa persona indicada, a pesar de que hace mucho tiempo lo hicimos.
Lo sabemos, pero actuamos como si no fuera cierto. Ignoramos el latido del corazón acelerado, la sensación cálida que nos inunda desde dentro; pretendemos que todo transcurre de manera normal. Me pregunto en mi cabeza porque decidimos no hacer caso de todo esto, ¿no sería más fácil aceptar lo que sucede entre ambos?
La respuesta es algo que me consterna aún más, ya que nunca es exacta. Puede que lo echemos a perder y las cosas nunca sean más de la misma forma. Tal vez signifiqué el comienzo de algo único y maravilloso. Quizá funcione por un tiempo y más tarde las cosas vuelvan a la normalidad. De vez en cuando creo que no lo sabré nunca. Aunque presiento que la contestación esta tan cerca de mí…
En esas palabras que no decimos jamás.

**Decir que te Amo**

Las palabras “te amo” no suelen salir con frecuencia de mis labios. A lo mejor te bastan los dedos de las manos para contarlas. Nunca he sido una persona muy dada a los romanticismos, a pesar de que tengo la seguridad de que daría todo por ti. Podría creerse que doy tu presencia por sentado y que por eso, no te digo en voz alta todo lo que me haces sentir y lo mucho que significas en mi vida, pues desde que te conocí la has cambiado por completo.

Debo hablarte con sinceridad y decirte, que no creo poder cambiar esto de mí. Como sabes y ya te he dicho, paso casi todo el tiempo de las grandes demostraciones de afecto. Tengo una personalidad demasiado peculiar como para darlas. Te estarás preguntando porque he decidido hablarte acerca de esto.

En mi interior, temo que tú también olvides cuales son mis sentimientos, a causa de mis descuidos. Confío en que puedas interpretar las pequeñas acciones que hago, como una manera de compensar mi falta de palabras.

Siempre te observo en silencio, deseando internamente que lo que compartimos nunca llegué a su final. No siempre me detengo a pensar en lo mucho que me has brindado, pues eres lo más valioso que tengo en este momento. Decir que te amo puede ser complicado a diario, lo acepto. Pero no me cuesta demostrarlo. Ojala todos estos pensamientos dejen de revolotear en mi cabeza por las noches y con cada amanecer te vuelvas hacía mí, sonriendo de esa forma tan tuya y diciendo con la mirada, que me comprendes.