Ayer me desperté con ganas de verlo, sentía que el corazón me latía más rápido que cualquier otro día.
Camino al colegio, pensaba en que le iba a decir cuando lo viera y la verdad es que no se me ocurrió nada.
Cuando llegué lo vi y por Dios que jamás me habían temblado tanto las piernas y la cabeza me palpitaba como si me la estuvieran aplastando.
Se me acercó y me dijo “hola” con la voz temblorosa le respondí con un hola también, me miró con sus ojos verde jade y sentí llegar al cielo de un salto. Me pasee por todo el patio para volver a encontrar de nuevo sus ojos, pero fue imposible.
Dios dame la fuerza para resistir esta rabia que tengo adentro, que no me deja probar bocado ni dejar salir el aire toxico de mis pulmones, ya no quiero verlo así sufriendo por alguien que no vale la pena, dame la fuerza para decirle que soy yo a quien él esta buscando, que conmigo alcanzará la inmortalidad.
Hoy desperté y lo primero que vi fue su foto en mi buró y comprendí que con perseverancia todo puede suceder.
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