Después de tanto llorar quiero compartirlo con ustedes, han pasado ya 9 meses…
Cuando conocí a mi príncipe, era encantador, con un acento extranjero, fue amor a primera vista, si como creo que le sucedió a blanca nieves o la bella durmiente, desde el primer beso ellas sabían que era el hombre de su vida, igual me pasó a mi.
Desde que le conocí no pretendí otra cosa que amarlo día a día, a pesar de la adversidad, de la distancia, mi corazón seguía amándolo, lleno de esperanza. Solo escuchar su voz generaba en mi muchas emociones, mi corazón latía fuerte, sinceramente por primera vez amaba en mi vida.
Para mi era como un cuento de hadas, lleno de magia y fantasía, desafortunadamente la historia tiene un final desastroso, me extravié en el camino, dejé a un lado mis ilusiones, mis sueños y terminó rompiendo mi corazón, no fue resistente a los engaños…
El era casado, me había enamorado de un hombre que frente al altar ya había jurado amor eterno a otra mujer.
Después de romper ese día, él se separó de ella, me juró que me amaba y que solo esperaba arreglar los papeles de su ciudadanía, que no había hijos de por medio, que siempre esperó por una mujer como yo, al escucharlo le creí… me hubiera gustado amarlo un poco menos, así no lo hubiera aceptado.
Quede embarazada después de algunos meses… el prometió aceptar cualquier decisión que yo tomara al respecto, sin embargo en sus ojos veía miedo y mi corazón se llenó de coraje.
No hubo la necesidad de que ninguno de los dos la tomara, clínicamente no había producto solo un saco gestacional vacío (termino sutil que utilizó mi ginecóloga para decirme que no había bebe) le di la noticia de mi aborto por correo; el estaba en Denver Colorado.
Cuando nos vimos de nuevo todo había acabado, en sus ojos ya no veía amor y mi corazón ya no latía igual ¿Con qué energía reconstruir cada una de las ilusiones que habían muerto con ese embarazo?
Ambos ya no éramos los mismos, él había dejado de ser ese príncipe y yo de creer en los cuentos de hadas, que hay un desencanto al final de esta historia, por eso decidí decirle adiós.
El me buscó después de meses, esta vez fue diferente no volví con el… Mi vida ha comenzado, de nuevo tengo esperanza y fe, espero que Dios día a día me ilumine y guíe mis pasos hacia un hombre de verdad.
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