Mi vida cambió, dio un giro completo de 180 grados.
Yo me había hecho falsas esperanzas con una persona que no vale la pena ni recordar su nombre, pues a pesar de que yo sabía que nunca le interesé y aunque me duela reconocerlo, pues sí me estaba utilizando.
Porque ella sabía que yo tenía un interés muy especial, más que una simple amistad, y como ella lo sabía se aprovechó de eso. Me dijo en mi cara y me demostró con hechos que no me quiere y la verdad si sufrí. Lloré.
Con el tiempo creí haberlo superado, pero no fue así.
Y por no poder decir lo que sentía me tiré al vicio del alcohol, para poder olvidar un rato, pero es mentira.
Lo único que conseguí fue pensar más en ella. Yo sentía que si me dejaba, todo lo que yo hiciera ya no iba a tener sentido. Pero me armé de valor y le conté de mis sentimientos.
Pero para ella eso no fue suficiente, yo ya sabía su respuesta, no, pero yo quería algo mas que un no, quería que me dijera “oye, sabes, no te quiero hacer sentir mal pero sabes no puedo corresponderte, olvídate de mi mejor aquí la dejamos” pero no.
Quiero alejarme de su lado para ya no seguir lastimándome, pues ya entendí, pero no se trata de entender, sino de aceptar que esto ya se terminó.
Necesito alejarme un tiempo para olvidar, esto que siento y que me consume el alma, a pesar de que todavía la quiero, me di cuenta de tantas otras cosas que me ocultaba, por tal motivo yo ya no quiero nada con ella.
Será su inexperiencia, o su falta de madurez, es el obstáculo más grande, además que ya tomé la decisión de tratar de no sufrir, de relajarme, de disfrutar la compañía de mis amigos. De vivir la vida.
Ya me cansé de complacerla en todo, de darle todo a manos llenas, ya no pido nada, solo le ruego a Dios me ayude a olvidarla, que saque de mi corazón este sufrimiento, y que sea su voluntad si algún día encuentro una persona que sí me comprenda, me valore y me respete, por lo que soy y no por lo que tengo.
Me es muy difícil tratar de no llamarle, de estar lejos de ella, pero es algo que tengo que hacer pero ya.
No me puedo pasar la vida triste, llorando y hundiéndome en la depresión.
Mi vida continúa.
Con la ayuda de Dios y las palabras de aliento de mis amigos voy a salir adelante, pero sobre todo la mejor ayuda está en mí, la fuerza, el valor el coraje y la determinación, así como tuve el valor de confesarle mis sentimientos, así debo tener la fuerza para olvidarle.
Esto que les sirva de experiencia, es muy difícil olvidar y alejarse de la persona amada.
Otra, al escribir nuestro problema, quisiéramos que lo leyera la persona que nos lastimó, a veces creemos que después de escribir esto sucederá algo mágico, pero no hay que engañarnos.
Lo mejor es olvidar y no lastimarse. Ya basta.
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