A veces solemos perder a una persona a la cual llegamos a querer demasiado y deseas que esa persona nunca se vaya de tu lado.
Pero aunque no queramos y nos sea muy difícil aceptarlo tenemos que hacerlo.
Tal vez esa persona ya cumplió su función dentro de tu vida, probablemente ya no la necesitas, aunque tu creas que es indispensable en ese momento.
Déjala ir, no la detengas, quizás te espera algo mucho mejor a ti. Tal vez esa persona te hizo mucho daño sin que tú te dieras cuenta o se lo hiciste, pero no querías hacerlo. Es necesario dejarte de lastimar a ti mismo.
Piénsalo ¿Te estás queriendo? ¿O, estas dejando que alguien te lastime demasiado?
Solo recuerda: si no logras quererte a ti mismo, jamás podrás llegar a sentir algo por alguien más.
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