La confesión de mi vida…
Si dejara al aire libre la sensibilidad de mi alma, tal vez no fuera nada de ella. Estaría absorbida por la dureza de este mundo.
Y me pregunto qué sería mejor, ¿Guardar en lo más profundo de mi mente mis pensamientos? O simplemente impregnarlos en un solo pergamino que capture mi vida, donde conste que existió una mujer atropellada por las dificultades de la vida, pero que gracias a un ser único volvió a nacer.
Pero luego lo pienso mejor… y caigo en cuenta que todos vivimos nuestro mundo en maneras muy distintas, y tal vez el mío es un pequeño fragmento que solo deseo compartir con la otra mitad de mi vida… TU, por eso te regalo la confesión de mi vida…
Siempre recuerdo de mi infancia a una mujer fascinante, la que era mi mundo, a la que imitaba y miraba con gran admiración.
Pero un día cualquiera solo quedó el recuerdo de ella, allí recibí la cachetada mas fuerte de la vida, ciertamente muy niña para entenderlo… desde entonces crecí siendo yo, logrando una madurez única, ajena a mi edad, lo que me hizo crecer como un ser diferente.
Aprendí la divinidad de soñar despierta, viendo esto como mi único escape al mundo perfecto que solo existió en mis sueños.
Prefería vivir allí, que vivir en los tantos lugares donde viví durante mi adolescencia, siendo uno peor que el otro.
El no encajar con nadie era lo que me hacía preguntarme el por qué -¿seré yo?
Pero a medida que pasaban los años, iba conociendo a los que me rodeaban y llegué a sorprenderme de lo poco fuerte que es un lazo familiar y que tan interesada puede ser una amistad.
Entre tanto, llegué a la conclusión que solo eres útil si tienes algo beneficioso que brindar.
Lo más lamentable, era que yo tenía mucho que brindar, amor sincero, y seguramente mucho espacio en mi corazón para recibirlo.
Llegó un momento de mi vida en que soñar despierta no era suficiente, quería ver la vida pasar por mis ojos, pero corrí demasiado y se me escapó lo mas bello que posee una mujer.
Acción de la que hoy en día me he prometido pedirme perdón, porque como te dije una vez, daría hasta lo que no tengo porque hubieras sido tú el culpable de robarme la inocencia de niña, para regalarme la belleza de toda una mujer.
Después de ese punto, aferrarme a un hombre era tan sencillo como dar un beso, solo deseaba sentir algo de calidad humana pero nunca la encontré, por el contrario me vi envuelta en un círculo vicioso.
Indirectamente estaba esperando por ese ser que cambiara el rumbo de mi existencia, aquel por el cual siempre había esperado…
Un día de abril vi los ojos más hermosos que jamás había visto, me envolvió su mirada penetrante y su sonrisa sincera, me confundió su firmeza al hablar y la seguridad de sus palabras…
Apareces tú y aprendí a creer en la vida, empecé a darle un mejor sentido, el mejor de todos, solo existo por ti y para ti… desde allí vi crecer el amor mas puro y limpio que a podido existir entre un hombre y una mujer.
Experimentaba finalmente la suavidad de miles de palabras que hacían lírica en mi odios, las caricias mas puras, aquellas sin morbo, aquellas que estremecen y que conllevan a la unión de dos cuerpos convirtiéndolos en uno solo ser, llevados por una sola pasión.
Ya en mi mundo solo eras tú… pero yo habría de dejarte por razones ajenas a mí.
Vi mi vida destrozarse, pero tú nuevamente con aquella seguridad que es única en ti y de la que solo confío, me abrasaste fuertemente y me dijiste que me amabas y no veías tu vida sin mí.
Allí supe que ni la distancia me alejaría de ti, porque tú eras el ángel que Dios había mandado para estar siempre a mi lado, borrarme las tristezas que en un pasado abatieron mi corazón y robaban mis lágrimas.
Aquí estoy, lejos de ti pero más cerca que nunca, regalándote mi vida.
Para ti no es un misterio que te amo mas que a mi vida, pero hoy te confieso que a lo largo de mi vida y lo que resta de ella nunca a existido ni existirá alguien como tú.
Te agradezco tu paciencia, tu apoyo incondicional pero mas que todo el amor tan único que sientes por mí.
Ahora solo espero por ti, mientras, vuelvo a soñar despierta. Sueño con ver tus ojos cada mañana, que me despiertes con una gran sonrisa…
“Me veo vestida de blanco, caminado por una alfombra rosa, llegar a un altar rodeado de flores, allí alzo mi mirada y estas tú, regalándome tu mejor sonrisa, dispuesto a compartir tu vida conmigo, dispuesto a ser mi dueño, el esposo ideal y el padre de mis hijos”.
Dios te bendiga
Te amo con todo mi ser,
Tu hermosa
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