Muchas veces confiamos demasiado en las personas que amamos, a las que consideramos amigos. La verdad es que no es así.
Hace cinco años tuve una relación que creí que era maravillosa, la cual duro tres años y medio. Dentro de este tiempo creí ser feliz pero nunca fue así, siempre hubo humillaciones gritos, mentiras.
A pesar de todo esto, creí que podía hacer algo para salvar la relación y puse manos a la obra, hice y deshice. Y apareció una amiga que teníamos en común él y yo. Fue el fin de todo.
Fue el peor día de mi vida, el día que me enteré que la persona que más amaba y en la que confiaba me traicionó con mi amiga, a la que siempre ayudé. Los dos me defraudaron.
Hoy en día no les guardo rencor.
Hoy les agradezco el haber hecho que abriera los ojos, porque gracias a esa desilusión ya hace nueve meses que tengo a mi lado a la persona mas maravillosa, al que amo con todo mi ser y que me corresponde.
Por eso, hoy solo les puedo decir que nunca pierdan la esperanza, siempre hay alguien que te espera, que te apoyará y esa persona será de la que menos lo esperabas.
Gracias, cuídense y no se dejen vencer ante nada y ante nadie.
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